Entrenar al Madrid, ¿un trabajo basura?

El banquillo del Madrid sigue devorando entrenadores. Pese a la comprensión de la exigencia máxima que da un banquillo como el madridista, obligado a ganar siempre, el continuo baile de nombres en la dirección técnica del equipo viene a demostrar que no es el modelo que funciona, no es la forma apropiada de trabajar en un club.

Ancelotti celebrando sus 100 partidos

En los últimos 15 años, el Real Madrid ha tenido 13 entrenadores. De ellos, sólo Vicente Del Bosque y José Mourinho llegaron a tres temporadas en el club. Carlo Ancelotti, recién relegado de su puesto, ha cumplido dos años. Bernd Schuster llegó al año y medio. El resto, suerte tuvieron si acabaron la temporada.

De este modo es imposible asentar un proyecto. No se puede pretender que un entrenador llegue y lo gane todo nada más aterrizar. Existen casos así, el propio Ancelotti ha ganado la Champions en su primera temporada en el banquillo blanco, pero ni eso le dio crédito para la segunda.

Con tantos años de fútbol, hay ejemplos de todos los tipos. Pero quedémonos con dos representativos. Álex Ferguson llegó al Manchester United en el año 1986. Johan Cruyff llega al FC Barcelona en 1988. Ninguno de los dos gana un título hasta 1990. ¿Qué hubiese sido de las exitosas etapas posteriores si hubiesen tenido un Presidente, una Directiva, una Afición, con tantas urgencias y ninguna paciencia?

Otro error grande en el Real Madrid es la falta de estilo. Si uno ve el listado de técnicos que ha tenido el banquillo madridista, el que llega al conjunto blanco es la antítesis del anterior. Este problema personalmente lo comparo con ese padre que da todos los caprichos a su hijo mimado, que convierte a su vástago en un chico que no se conforma con nada y nada le parece bien.

Haciendo ese símil, recreemos lo que ha sido la sucesión de entrenadores del Real Madrid en los últimos años, partamos desde la última etapa de Fabio Capello:

-Capello le imprime carácter al equipo, pero el Madrid juega muy feo, eso no puede ser.

- Vale. ¿Quién hay que esté jugando bonito? Venga, Bernd Schuster.

- Oye, Schuster ha jugado bien, pero es muy provocador, tiene un carácter agrio, trata mal a la prensa, eso no puede ser.

-Venga. ¿Quién hay que sea educado en el trato? Ya lo tengo, Manuel Pellegrini.

-Chapeau por Pellegrini, muy buena persona. Pero le falta sangre, el equipo parece que no tiene alma, que no lo da todo, eso no puede ser.

- Tienes razón. ¿Quién hay con carácter, con sangre? Ya está, Jose Mourinho.

- Bien Mourinho eh, nos ha dado carácter, ha enganchado a la gente, pero veo yo que ha sembrado un campo de minas, que el ambiente está enrarecido, la prensa contra él, eso no puede ser.

-Venga, a ver ¿Quién hay que sea educado  en el mercado? Me cuadra Carlo Ancelotti.

-Muy buena gente Ancelotti, la grada está con él, la plantilla, la prensa, pero no rota, juegan siempre los mismos, eso no puede ser.

-Vale, ¿Quién hay en el mercado que haga rotaciones?

Benitez y Ancelotti en un partido de Premier

Y en esas estamos, con uno de los entrenadores que más rota en el mundo, Rafa Benítez, a un paso de ser nombrado técnico del Real Madrid.

No niego que esos defectos que se le achacaron a cada técnico sean ciertos, pero en el caso de muchos de ellos eran motivos salvables, que pudieron esperar una temporada más. Pero sin paciencia y sin saber qué es lo que se quiere, qué modelo hay que seguir, es muy complicado asentar un proyecto.